viernes, 7 de octubre de 2011

Cultivar Sábila

La planta Sabila soporta el frió, pero no la humedad, por eso es recomendable sembrarla en un terreno con fácil drenaje, en maceta o directamente en el suelo, si se siembra en una maceta esta no debe de ser muy grande pues la raíces proliferarían en detrimento de las hojas, como referencia podemos tomar la longitud de la hoja de aloe dividida entre dos para calcular el diámetro de la maceta, es decir, si la hoja mide 30 cm, el tiesto debe tener 15 cm de diámetro. Es importante elegir una arena con un pH ligeramente ácido, pues los suelos demasiado alcalinos retrasan el crecimiento del aloe.


La mejor época para sembrar es la primavera, cuando el ciclo vital de la planta es más activo, si elegimos sembrar sobre suelo lo mejor es hacerlo en terrenos ligeramente inclinados o pequeños taludes, para que pueda drenar el exceso de agua que reciba de la lluvia o el riego.  

La siembra debe hacerse a partir de hijuelos, estos se extraen fácilmente de la planta madre, ya que el aloe posee raíces poco profundas y basta extraer el acodo de la tierra con ayuda de un cuchillo. Es importante que el clon que vamos a transplantar tenga al menos 20 cm de longitud para que pueda prosperar con garantías y no más de 40 cm. Conviene cambiar la maceta una vez al año y añadir algún fertilizante para que la planta tenga un ritmo de crecimiento óptimo. Al mes del trasplante hay que regar el aloe abundantemente y dejarla en un lugar cálido para que las raíces se asienten con solidez. Una vez que alcance su estado adulto (a partir del primer año) sería suficiente con usar fertilizante una o dos veces al año.